Proyecto Vivienda 2 ELES para pareja joven en la sierra madrileña.
Un lugar donde vivir, un espacio vinculado a un jardín o ¿por qué no?... a varios jardines; un espacio cambiante, flexible, un salón que puede ser completamente exterior en verano, como un porche para el jardín. Un gran ventanal donde leer, donde mirar y admirar las vistas al parque. Un singular lugar en el que exponer colecciones. Un acogedor espacio donde descansar... en definitiva, un hogar.
La vivienda parte de una doble vertiente, la programática y la urbanística. El urbanismo nos dará las claves para la implantación en la parcela, mientras que el programa genera el volumen: dos grandes piezas que se entrelazan creando, en el cruce de ambas, la entrada y un espacio en doble altura. Mediante el uso de los dos volúmenes en forma de ele se subdivide el programa siendo una de ellas más pública la cual alberga zonas de día y la otra corresponde a las zonas de noche, más privada, localizándose en el encuentro de ambas el acceso a la vivienda. Se podrían haber alcanzado estos objetivos con un volumen unitario o un edificio compacto pero, este tipo de edificación se caracteriza también por desvincularse del entorno y en el proyecto se buscaba justo lo contrario. Por ello se decide esponjar la vivienda y “desplegarla” vinculándola mucho más al jardín, de tal manera que los límites entre interior y exterior casi se desmaterializa hasta, incluso, desaparece. Esto ocurre, por ejemplo, en el salón que , lejos de relacionarse de manera meramente visual se llega a fundir de tal forma con el espacio exterior que en verano podría abrirse completamente (recogiendo las dos grandes cristaleras en el espacio previsto para ello) pasando a ser como un porche del jardín.
